El guerrero

Reflexionando sobre lo que es “el camino”, “la búsqueda” … no comprendía el por que los que queremos encontrar la luz debemos ser especiales a los demás, por que el llamarse “guerrero” , que nos hacia mas que los demás, si todos sabemos que no hay diferencia, que todos somos uno, que el Dios en ti es el Dios en mi corazón, y que al ver a cualquier hermano, a cualquier cosa se veía la mano invisible del creador, su luz, su amor.
Pero recordé a hermanos, cercanos y no, que teniendo una opresión en el corazón, sabiendo que su vida no era lo que su alma gritaba que fuera no hacían nada, no querían entender, no buscaban, no se atrevían a darle la vuelta a la sociedad y a buscar las respuestas que su alma exigían, se conformaban con ser, con tener un trabajo, con ganar dinero, compensando un vació en el alma con cosas, con estrés, con odio, con pretextos, dejándose vencer por sobornos, por cotidianidad.
Y vi a los que caminan a mi lado, delante de mi, que se atrevieron a dejarlo todo por ser ellos, por ver la luz, y a lo mejor no tuvieron que hacer sacrificios, aparentemente, pero el decidir llenar su alma con una búsqueda de entender es hacer un alto en su vida, es ver de frente a la vida e intentar descifrar en sus ojos los secretos que entraña, es que los demás no te entiendan por momentos, es sentirse solo en algunos tramos del camino, de la búsqueda de la luz, es noches obscuras, es silencio.
Claro que todo vale la pena, todo el esfuerzo, toda la lucha, toda esa guerra con uno mismo, que no es mas que eso, una guerra interna, con el ego, con el miedo, con las costumbres, es convertirse en ese guerrero que uno tiene adentro, no para vencer a nadie mas, no para luchar mas que con uno mismo, y demostrarse que tan grande quiere ser uno, que tan lejos se quiere llegar, y que tanto de verdad se quiere saber, y después, que hacer con ese saber.
No podemos pelear las batallas de los que caminan con nosotros, no podemos mas que apoyarlos, acompañarlos, alentarlos a que lo que buscan si esta al final del camino, que lo que quieren saber, lo sabrán, que la luz es calida y el saber hace fuertes a los hombres.
Me asumo como guerrero de luz, como buscador, como alquimista, como hombre que camina en este mundo buscando la paz de mi alma, la alegría de mi corazón y la sabiduría de mi ser.
Un fuerte abrazo, guerreros.

Sigurd